viernes, 29 de mayo de 2009

posiciones sexuales


poses sexuales


El atrapado


El atrapado

Él se estira de espaldas y con las piernas prácticamente cerradas espera pasivamente a que ella se siente sobre él. Los pies de ella se apoyan atrapando su cabeza, después estira y abre ligeramente las piernas.

Apoya sus manos a ambos lados de las piernas de su amante, mientras las manos de él la toman por las caderas para ayudarla en el movimiento ascendente-descendente.

El arco


El arco

En esta posición la mujer está acostada boca arriba con las piernas flexionadas y apoyando los brazos detrás de los hombros. En el momento de la penetración, la mujer levanta las caderas y las posa encima de las piernas flexionadas del hombre.

En este caso se da una penetración profunda que ofrece un gran placer a la mujer y que le compensa de la dureza de la posición. Se podría decir que es otra variante de la tradicional cara a cara.

El antilope


El antílope

De rodillas sobre el suelo, la mujer se yergue tomando apoyo contra el borde de la cama. El hombre la penetra por detrás, erguido sobre las rodillas.

En una variante, la mujer puede guardar sus piernas abiertas, colocándolas por ambas partes de las de su pareja para ofrecer una apertura vaginal máxima, o cerrar sus muslos uno contra el otro para comprimir la vagina y así apretar la verga. Posibilidad para el hombre de estimular el clítoris y los senos de su pareja. La mujer puede fantasear más fácilmente sobre parejas imaginarias. Cuidado con los rasguños de las rodillas.

la amazona


La amazona

Amazona significa la mujer que cabalga, y en esta postura la mujer prácticamente lo hace sobre su compañero. El hombre debe tumbarse boca arriba con las piernas flexionadas hacia su pecho, mientras la mujer se "sienta" en el pene de su amante, aunque debe hacerlo suavemente.

Los muslos de la mujer son los que impulsan el movimiento de la penetración. Es una postura difícil aunque placentera.

los amantes


Los amantes

La pareja de pie cara a cara, el hombre frota su pene sobre la vulva de su pareja.

Después de varios minutos de fricción, la vulva se abrirá naturalmente para permitir una penetración superficial. Si la mujer es de más pequeña estatura que el hombre, ella podrá agrandarse llevando zapatos de tacones de agujas o agrandándose artificialmente con un soporte debajo de cada pie.